lunes, 8 de febrero de 2016

Creación de la compañía – parte 3ª


 
Creación de la compañía – parte 3ª
 



La explotación en Saús de las minas de los Hermanos Felgueroso, necesitadas de dar salida a sus productos llevaron a un acuerdo en 1905 con la Compañía del Ferrocarril de San Martín del Rey Aurelio, Lieres, Gijón, Musel para la construcción de un ramal desde Saús al Fresno, de manera que la sociedad Hermanos Felgueroso financiaría las obras y estas serían amortizadas mediante un canon por tonelada transportada. El fracaso del ferrocarril afectó de lleno a este proyecto, cuando los Felgueroso llevaban invertidas en el ramal 271.633 pesetas. Entre las obras realizadas por los Hermanos Felgueroso se encontraba el corto túnel de Aveno (Francisco Suárez Antuña, 2003).

La compañía tuvo el propósito de abrir al servicio público, la primera sección de este ferrocarril entre Gijón y Lieres, con el objeto de que sirviera de base para la emisión de obligaciones, cuyo producto se destinaría a terminar la segunda sección, entre Lieres y San Martín del Rey Aurelio. Sin embargo, pese a que la compañía tenía invertidas 6.215.000 pts.  de las 6.500.000 pts. que formaban su capital social, no pudo llevar adelante los trabajos, debido a las dificultades surgidas en las expropiaciones y trámites burocráticos, viéndose abocada a recurrir al crédito para acometer la sección de Lieres a San Martin del Rey Aurelio.

En un intento de recabar capitales para la ejecución de la línea, el Consejo de Administración, convocó para el 28 de abril de 1906, a Junta General Extraordinaria para tratar del aumento de capital social.

En la Junta General de accionistas referente al año 1906, se tuvieron que modificar los estatutos, al dejar de ser esta sociedad, filial del Crédito Industrial Gijonés. Entidad con la que se mantenía una cuenta de crédito de 105.590 pesetas.

 
 
 
 
Faustino Rodríguez-San Pedro
 
La compañía solicitó al Congreso, la aprobación de un proyecto de ley que permitiera ampliar en cuatro años el plazo para terminar las obras de los 34 Kms de ferrocarril de Lieres al puerto del Musel.

Esta compañía destinó 6.125.000 pesetas, de su capital social de 6.500.000 pts.  totalmente desembolsado en la construcción de la línea, ante los problemas de tesorería surgidos, el Consejo de Administración celebraría una Junta General Extraordinaria. En la misma se trataría de estudiar la fusión con otra compañía, evitando en lo posible la evidente liquidación de la compañía (GCH, 16.12.09). Al parecer la propuesta del Consejo se encaminaría a la emisión de obligaciones hipotecarias, aún a costa de que llevada a cabo esta, el capital acciones no recibiría remuneración en mucho tiempo.

Las deudas a los contratistas llevaron a estos a demandar a la compañía por falta de pago. Contratistas como Fausto Eguia Ventosa, Emeterio Ayesta Zabalea y José Laniquir Urquiola, ejercitaron su demanda el 27 de febrero de 1910, este último por la cantidad de 73.620 pesetas, igual rumbo tomó la ejercida por el contratista Robustiano Marqués Tahoces el 17 de mayo de 1910. Se convocó, dada la situación, una Junta General Extraordinaria para el 3 de septiembre de 1910, bajo la tutela de un Consejo de Administración renovado, integrado por:

Manuel Urquijo Usía
El Sr. Marqués de Cubas
Enrique Lezcano
José Busto
Víctor Felgueroso
Julián Cifuentes
Félix Costales


Quienes solicitaron para afrontar los gastos, la autorización para emitir 12.000.000 de pesetas en obligaciones hipotecarias para concluir el ferrocarril (R.M. año 1910, Tomo 61, página 483)

Las continuadas irregularidades en el pago y la falta de tesorería, llevaron a la compañía a la quiebra según se dictó en la R. O de 21 de septiembre de 1916, y al expediente de caducidad de la concesión. El Juzgado de 1ª instancia de Gijón, analizó la Orden de Obras Publicas en la que se manifestaba sobre la situación legal de la “Compañía del Ferrocarril de San Martin de Lieres Gijón, Musel” declarada en quiebra, a consecuencia de las reclamaciones judiciales en grado de ejecución de sentencia. Manifestando que la caducidad era anterior a la declaración de quiebra, por no terminar las obras en el plazo legal. La orden de Obras Publicas se encaminó a la tasación de las obras realizadas para proceder a la correspondiente subasta. Informando paulatinamente al Juzgado con el objeto de compaginar los intereses de los acreedores, con los del Estado, en lo respectivo al nombramiento de peritos, tasación, anuncios de las actuaciones y celebración de las subastas, con la entrega al Juzgado del sobrante (Revista Minera, Tomo 67, año 1916, página 510) (GCH,01.11.1916)

El ingeniero Eduardo de Castro, presidente de la Compañía de los Ferrocarriles de San Martin de Lieres-Gijón-Musel recibió la notificación de declaración de caducidad de la línea, notificada por la sección de Obras Públicas de Oviedo, cuyos trámites se iniciarían con los informes de la Jefatura de la Primera División, Consejo provincial de Fomento y Comisión Provincial (GCH, 08.02.1917).  El Consejo de Estado emitió expediente de caducidad de la concesión de Lieres al Puerto del Musel y ramal a Gijón, declarada al incurrir la concesionaria en el artículo 36 de la ley de ferrocarriles y en el artículo 32 del reglamento dictado para su ejecución de 24 de mayo de 1878, en cuyo caso la consulta del ministerio al Consejo de Estado fue resuelta el 22 de julio de 1922, con la declaración de caducidad. En la misma fecha se falló la caducidad del de Tremañes a Veriña.

Caducada la concesión por orden de 22 de julio de 1922, de acuerdo con la ley, la Administración sacó a subasta lo realizado hasta aquel momento nombrando perito tasador al ingeniero de caminos Leonardo de Torres y Polanco, con el cometido de valorar las obras y materiales hasta la fecha recibidas y ejecutadas para que sirvieran de base a la subasta. Notificando a la compañía para que nombrase su propio tasador según lo reflejado en la Orden de 30 de noviembre de 1922. Principalmente en lo que respecta a la concesión de Tremañes á Veriña cuya caducidad tenía abierto el expediente. La orden de subasta se publicó en la Gaceta de Madrid del 15 y 16.01.1923. Llegando incluso el Ayuntamiento de San Martín del Rey a convocar una asamblea de municipios interesados en la continuidad de la construcción del ferrocarril, llegando incluso al acuerdo de constituirse en Mancomunidad (Gaceta de los Caminos de Hierro, 01.02.1923).

En 1923 se solicitó la revitalización de la concesión para concluir la línea, sin que tuviera éxito, no fue esta la única ocasión en que se intentó, volviendo a insistir en 1928.

Los 57 Kms construidos en 1925, contaban con 50 Kms de explanación y varios puentes de fábrica, alguno con los tramos metálicos, en los que se llevaban invertidos 11.000.000 pts., así como varios túneles previstos, entre los que destacaremos los de:

 
 


Túneles:

longitud en metros:

Tarna

500

Colladas

350

Castillo

1.100

Careses

50

La Luz

1.000

La Vara

900

Musel

80

San Martin

50
 
Lo cierto es que ciertos planteamientos, dañaron la gestión de implantación del ferrocarril, se acometió erróneamente la construcción de toda la línea a la vez, contrariamente a los iniciales planteamientos, que contemplaban ejecutar por tramos las obras. Esto unido a la falta de financiación, con un capital bajo y la escasa disponibilidad del Crédito Industrial Gijonés en apoyar la financiación de su filial ferroviaria. Llevaron a una gestión financiera que se fue deteriorando paulatinamente. Ello unido a que Solvay, cansada de esperar la implantación de este ferrocarril, desvió su producción de Minas Fraternidad hacia la línea de Económicos de Asturias, perdiendo la “S.A. Ferro-Carriles de San Martín del Rey Aurelio a Líeres, Gijón y Musel” una de las mayores aportaciones de tráfico previstas para su explotación.
El Ministerio de Fomento, nombró a José Pérez Conesa, para llevar a cabo la tasación de las obras realizadas en esta línea ferroviarias, calculando la prensa especializada un valor aproximado de 9.000.000 pesetas (Revista Ingeniería y Construcción, febrero de 1026, página 88).
Material Móvil:
La sociedad adquirió en 1906, tres locomotoras a North British Locomotive Cº (Francisco Suárez Antuña, 2003) y recibió oferta de otras dos formulada por Igartua y Cía., de Bilbao
NOTA: Las notas referidas a la actuación de los Hermanos Felgueroso y a las del Ferrocarril de Veriña a La Camocha, han sido tomadas de comunicaciones presentadas en los Congresos de Historia Ferroviaria por Carlos Roces Felgueroso.
 
 
 

 

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