EL SIGLO XX
Mecheru de Caldones, 1915, Foto Padre Patac
El comienzo del
Siglo XX es decisivo en el proceso histórico de la minería y de los puertos de
Asturias. Los proyectos de construcción del puerto del Musel se van
concretando. Así, en el mes de noviembre de 1901 fue aprobado en primer
proyecto de reforma del dique Norte. Se comenzaron las obras del “Ferrocarril
de San Martín al Musel” que fracasaría seis años después. Se comenzaron las
prospecciones, en los alrededores de Gijón, para la localización de cuenca
carbonífera gijonesa. También en el año 1901 se recibía la concesión para la
construcción del ramal de Santa Bárbara del Ferrocarril de Langreo.
El 23 de agosto, el Estado español asume y hace suyo el Proyecto de
reforma del Dique Norte, que el año anterior había sido encargado al Sindicato
Asturiano de El Musel.
El día 8 de junio de
1901, se constituye la “S. A. Ferro-Carriles de San Martín-Lieres-Gijón-Musel”.
La mayor parte de los accionistas eran los que habían fundado la entidad
bancaria “Crédito Industrial Gijonés”: Luis Adaro y Magro, Luis Belaúnde y
Costa, Domingo Juliana y Albert, Arturo López y Suárez, Estanislao de Urquijo y
Usía, Marqués de Urquijo, Antonio Velázquez-Duro, así como Felipe Valdés y
Menéndez, Maestro de Obras que, aparte de socio, fue quien preparó y firmó el
proyecto del ferro-carril.
Se construyen túneles, puentes y estaciones, pero el proyecto
fracasa en el año 1906. El capital social se había agotado.
A principios de ese mismo año, se solicita la concesión de varias
pertenencias, dentro del concejo de Gijón, con el nombre de “Audacias”, para la
prospección y búsqueda de carbón, a nombre de la “Sociedad Regular Colectiva
Felgueroso Hermanos”. En el mes de noviembre había ya un resultado positivo: La
sonda había llegado a 160 metros de profundidad y las muestras eran de un
terreno carbonífero. En el mes de diciembre se cortaron varias capas de carbón
de excelente calidad a 200 y a 234 metros de profundidad.
El precio de costo
de la tonelada de carbón, a principios del siglo XX, oscilaba en torno a las 10
pesetas, mientras el de venta estaba en torno a las 12 pesetas. En el año 1909
se produce un desajuste en los precios, llegando el de costo a las 15
Ptas./Ton. Y el de venta no alcanza más que 11,50 Ptas. Esto llevó al cierra de
algunas explotaciones. Desde el año 1910 a 1912 bajan los costos a 11 Ptas. y
la venta sube a 13.21 Ptas./Ton. En ese año 1912, el valor bruto de la
producción ascendió 40.057.593 pesetas. A partir del año 1913 comienza a
producirse una escalada de precios, tanto de costo como de venta, con motivo de
los conflictos bélicos. Hacía falta el carbón en otras naciones y Asturias
tenía existencias. Solo necesitaba explotar esas reservas y hacer que saliesen
por sus puertos con la máxima rapidez.
En el año 1914 los precios de venta de la hulla superaron las 20
Ptas./Ton. Mientras que también subían los costos a 18 Ptas. La demanda era
grande pero también las exigencias de los trabajadores eran mayores. Los
beneficios brutos alcanzaron cerca de 29 millones de pesetas en España, durante
ese año.