lunes, 28 de marzo de 2016

EL SIGLO XX


EL SIGLO XX
 
 
Mecheru de Caldones, 1915, Foto Padre Patac
 
El comienzo del Siglo XX es decisivo en el proceso histórico de la minería y de los puertos de Asturias. Los proyectos de construcción del puerto del Musel se van concretando. Así, en el mes de noviembre de 1901 fue aprobado en primer proyecto de reforma del dique Norte. Se comenzaron las obras del “Ferrocarril de San Martín al Musel” que fracasaría seis años después. Se comenzaron las prospecciones, en los alrededores de Gijón, para la localización de cuenca carbonífera gijonesa. También en el año 1901 se recibía la concesión para la construcción del ramal de Santa Bárbara del Ferrocarril de Langreo.
El 23 de agosto, el Estado español asume y hace suyo el Proyecto de reforma del Dique Norte, que el año anterior había sido encargado al Sindicato Asturiano de El Musel.
El día 8 de junio de 1901, se constituye la “S. A. Ferro-Carriles de San Martín-Lieres-Gijón-Musel”. La mayor parte de los accionistas eran los que habían fundado la entidad bancaria “Crédito Industrial Gijonés”: Luis Adaro y Magro, Luis Belaúnde y Costa, Domingo Juliana y Albert, Arturo López y Suárez, Estanislao de Urquijo y Usía, Marqués de Urquijo, Antonio Velázquez-Duro, así como Felipe Valdés y Menéndez, Maestro de Obras que, aparte de socio, fue quien preparó y firmó el proyecto del ferro-carril.
Se construyen túneles, puentes y estaciones, pero el proyecto fracasa en el año 1906. El capital social se había agotado.
A principios de ese mismo año, se solicita la concesión de varias pertenencias, dentro del concejo de Gijón, con el nombre de “Audacias”, para la prospección y búsqueda de carbón, a nombre de la “Sociedad Regular Colectiva Felgueroso Hermanos”. En el mes de noviembre había ya un resultado positivo: La sonda había llegado a 160 metros de profundidad y las muestras eran de un terreno carbonífero. En el mes de diciembre se cortaron varias capas de carbón de excelente calidad a 200 y a 234 metros de profundidad.
El precio de costo de la tonelada de carbón, a principios del siglo XX, oscilaba en torno a las 10 pesetas, mientras el de venta estaba en torno a las 12 pesetas. En el año 1909 se produce un desajuste en los precios, llegando el de costo a las 15 Ptas./Ton. Y el de venta no alcanza más que 11,50 Ptas. Esto llevó al cierra de algunas explotaciones. Desde el año 1910 a 1912 bajan los costos a 11 Ptas. y la venta sube a 13.21 Ptas./Ton. En ese año 1912, el valor bruto de la producción ascendió 40.057.593 pesetas. A partir del año 1913 comienza a producirse una escalada de precios, tanto de costo como de venta, con motivo de los conflictos bélicos. Hacía falta el carbón en otras naciones y Asturias tenía existencias. Solo necesitaba explotar esas reservas y hacer que saliesen por sus puertos con la máxima rapidez.
En el año 1914 los precios de venta de la hulla superaron las 20 Ptas./Ton. Mientras que también subían los costos a 18 Ptas. La demanda era grande pero también las exigencias de los trabajadores eran mayores. Los beneficios brutos alcanzaron cerca de 29 millones de pesetas en España, durante ese año.